Si bien la inteligencia artificial data de 1950, con el desarrollo de la programación inteligente por Alan Turing, el mundo esta viendo con asombro los avances recientes y acelerados de esta tecnología.
Son varias las empresas que compiten, pero la más comentada recientemente es OpenAI la cual desarrollo la aplicación ChatGPT. Esta permite comunicarse con humanos de manera fluida y casi imperceptible para detectar su origen digital.
La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática que se ocupa del estudio y desarrollo de sistemas informáticos capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Estas tareas incluyen el reconocimiento de patrones, aprendizaje automático, toma de decisiones y la resolución de problemas. La IA se basa en algoritmos y técnicas de procesamiento de información para simular el comportamiento inteligente de los seres humanos. Los sistemas de IA son capaces de analizar datos y tomar decisiones en base a ellos para ofrecer resultados y soluciones precisas.
Considerando la amplitud de usos que tendrá la IA en nuestras vidas, es fácil suponer que también lo tendra en la educación, y como muchas tecnologías, tendrá impacto, tanto positivos y negativos.
En lo positivo podemos decir con seguridad que permitirá automatizar tareas de seguimiento de aprendizajes en los estudiantes y permitirá personalizar métodos eficaces de aprendizaje.
La facilidad para analizar enormes cantidades de datos permitirá a los educadores reducir la incertidumbre sobre cómo y cuánto sus estudiante aprenden de manera eficaz y eficiente.
Finalmente, en los aspectos negativos podemos esperar nuevos peligros y posiblidades de fraude en las evaluaciones. Por ejemplo, será dificil a los docentes distinguir si fue el estudiante quien redacto el trabajo asignado o fue realizado por la inteligencia artificial. Esto supondrá nuevos desafíos para los docentes.
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